
Cuando pinta se vuelve audaz y único. En cambio, cuando tiene que hablar su educación de corrección social le domina (como cuando en el juicio dice que pintaría con los colores que Big Bob le diera), pero hay algo en él extremadamente especial a pesar de ello.
Cuando pintan el mural y les pillan, a pesar de estar asustado (él no sonríe) no huye, sino que se queda defendiendo su obra.
Su local es el punto de encuentro de los jóvenes porque él los entiende. Comprende la necesidad de rebelarse, de ser uno mismo, de revindicar la diferencia no como una lacra social, sino como la sal de la vida.
El amor y la imaginación son los componentes más destacables del personaje. El amor a la gente y a Betty en particular, un amor que se había ido cociendo a fuego lento y del que no es plenamente consciente hasta que lo tradicional empieza a perder la partida. La imaginación y el ansia de algo nuevo, de algo que vaya más allá, que él transmite con su pintura. Bill representa al incorrecto social sin malicia, no al marginado por rareza, sino a aquel que siendo, en esencia, igual al resto tiene una serie de particularidades que lo hacen único pero no asocial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario